Los cambios adecuados en el estilo de vida son la piedra angular para la prevención y retardo de la hipertensión arterial; son también importantes para su tratamiento, aunque nunca deben retrasar la instauración del tratamiento farmacológico en pacientes con un nivel de riesgo alto. A continuación te damos una serie de recomendaciones que puedes implementar en tu estilo de vida, y con una capacidad demostrada para reducir la PA (Presión Arterial):
Restricción de la ingesta de sal. El consumo excesivo de sal afecta a un mecanismo de seguridad en el cerebro, que impide que la presión arterial se eleve
Moderación en el consumo de alcohol. El alcohol puede deteriorar el funcionamiento del corazón y por lo tanto el bombeo de la sangre al resto del cuerpo.
Consumo abundante de frutas y verduras, alimentos bajos en grasa y otros tipos de dieta.
Reducción y control del peso. El control del peso se considera un pilar principal del tratamiento no farmacológico de la hipertensión, para ello la dieta es la mejor medida para un mayor control farmacológico de la tensión arterial.
Actividad física regular. El ejercicio aeróbico, como caminar, pedalear, trotar, correr o nadar después de algunos meses de ser realizado regularmente, disminuye la presión arterial en personas con presión arterial normal y con hipertensión arterial
Además es imprescindible insistir en el abandono del tabaco para mejorar la salud (salud cardiovascular) ya que el consumo de cigarrillos tiene un efecto vasopresor agudo que puede aumentar la presión arterial ambulatoria diurna.