La hipertensión arterial tiene una estrecha relación con el exceso de peso corporal, es por ello que reduciendo éste a un nivel más adecuado, también se reduce la presión arterial.
Los resultados de un metanálisis muestran una reducción media de presión arterial sistólica/presión arterial diastólica de 4’4/3’6 mmHg., asociada a una pérdida de peso de 5’1 kg. Además, la pérdida de peso puede mejorar la eficacia de la medicación antihipertensiva y el perfil de riesgo cardiovascular. Se recomienda el mantenimiento de un peso corporal saludable (IMC alrededor de 25) y una adecuada circunferencia de cintura (< 102 cm los varones y < 88 cm las mujeres) a los sujetos no hipertensos para prevenir la hipertensión arterial y a los pacientes hipertensos para reducir la presión arterial.
Para la pérdida de peso se emplea una estrategia multidisciplinaria, con educación del paciente en hábitos saludables. También se puede promover mediante fármacos contra la obesidad, como el orlistat, y en mayor medida con la cirugía bariátrica, que al parecer disminuye el riesgo CV de pacientes muy obesos.